Osasuna contra atlético madrid

De una manera lastimosa le habían quitado su derecho de sumar al menos un punto. Levantarse del gol de Griezmann había sido complejo. Torró había protagonizado el primer acercamiento con un disparo con la izquierda desde la frontal que salió rozando el palo. El meta, sustituto este jueves de Sergio Herrera , había despejado mal con el pie un balón que terminó en los dominios de Griezmann para abrir a Lino.

El centro se le envenenó a la zaga de Osasuna y tras no llegar Morata golpeó en el pecho del guardameta vasco, que tras el rechace no tapó bien el espacio. Comenzaban las dudas. La presión no era efectiva. El Atlético concedía la posesión. Había llevado el control y ahora se dedicaba a cerrarse en su campo. Osasuna se estiraba por el extremo de Mojica , un agitador nato del que siempre se puede esperar algo. Pasada la media hora, una acción suya a trompicones acabó con un disparo lateral escorado que repelía el palo de un Oblak bien colocado.

Los rojillos acabaron esta primera parte con una inercia positiva, la que luego les hizo ir en volandas cruzado el intermedio. El lateral fue un ciclón para atacar constantemente por el costado derecho. Sus piernas y su ambición le llevaron una y otra vez a ser un apoyo y a meter centros. El Chimy no pudo convertir una asistencia suya desde la línea de fondo porque enganchó mal el disparo. Había salido mejor Osasuna, que se ajustaba perfecto para no conceder espacios a un rival que se maneja en las transiciones.